1. adj. [Geología]
Una de las tres clases principales de rocas (ígneas, metamórficas y sedimentarias). Las rocas metamórficas se forman a partir de la alteración de las rocas preexistentes por los cambios producidos en la temperatura ambiente, la presión, el contenido de compuestos volátiles o todos estos factores. Dichos cambios pueden producirse a través de la actividad de los fluidos presentes en la Tierra y el movimiento de los cuerpos ígneos o la actividad tectónica regional. La textura de las rocas metamórficas puede variar entre casi homogénea, o no foliada, y foliada con una fuerte estructura planar o foliación, producida por la alineación de los minerales durante la recristalización o por la reorientación. Las rocas metamórficas foliadas más comunes son el gneis, el esquisto y la pizarra. El mármol, o caliza metamorfoseada, puede ser foliado o no foliado. La cornubianita es una roca metamórfica no foliada. El grafito, la clorita, el talco, la mica, el granate y la estaurolita son minerales metamórficos característicos.
Ver: basamento, clorita, feldespato, roca dura, ígneo, macizo, metamorfismo, mica, inconformidad, tectónica de placas, yacimiento, roca, sedimentario, roca blanda, discordancia