1. S. [Geofísica]
La propiedad de algunas fuentes sísmicas por la cual la amplitud, la frecuencia, la velocidad u otra propiedad de las ondas sísmicas resultantes varía con la dirección. Una carga direccional, tal como un tramo de cordón de detonación o un arreglo lineal de cargas, puede utilizarse cuando se desea lograr directividad. La directividad es además una propiedad de los arreglos de geófonos, los cañones de aire, los explosivos o los vibradores, que pueden ser posicionados para reducir el ruido de propagación horizontal, tal como la onda superficial. Los receptores en forma de grupos en los que los geófonos o los hidrófonos individuales se encuentran separados entre sí en arreglos lineales (1D) o areales (2D) son direccionales, y están diseñados para suprimir la señal que arriba en forma casi horizontal o para pasar los arribos casi verticales con un grado mínimo de atenuación o distorsión. La directividad a menudo está presente, pero la dificultad que implica dar cuenta de ésta durante el procesamiento sísmico la vuelve indeseable en la mayoría de los casos.
Ver: cañón de aire, arreglo de geófonos, onda superficial, onda de tierra, hidrófono, cordón de detonación, receptor, procesamiento sísmico, carga premoldeada (hueca), fuente, vibrador, onda