1. S. [Geofísica]
Un conjunto de numerosas líneas sísmicas estrechamente espaciadas que proveen una medida alta, espacialmente muestreada, de la reflectividad del subsuelo. El espaciamiento habitual de las líneas de recepción puede oscilar entre 300 m [1000 pies] y más de 600 m [2000 pies], y las distancias habituales entre los puntos de tiro y los grupos de receptores es de 25 m [82 pies] (en áreas marinas y a nivel internacional) y de 34 a 67 m [110 pies o 220 pies] (en las áreas terrestres de EUA, utilizando valores que llegan a ser factores de los 5280 pies en una milla). Los tamaños de las celdas generalmente son de 25 m, 110 pies o 220 pies. El conjunto de datos resultante puede ser "cortado" en cualquier dirección y seguir mostrando una sección sísmica bien muestreada. Las líneas sísmicas originales se denominan in-lines. Las líneas que se muestran perpendiculares a las in-lines son las crosslines. En un conjunto de datos sísmicos 3D correctamente migrado, los eventos se ubican en sus posiciones verticales y horizontales correctas, generándose mapas del subsuelo más precisos que los que pueden construirse sobre la base de las líneas sísmicas 2D más espaciadas, entre las cuales puede ser necesario un proceso de interpolación significativo. En especial, los datos sísmicos 3D proporcionan información detallada acerca de la distribución de las fallas y las estructuras del subsuelo. La interpretación basada en la computadora y la visualización de los datos sísmicos 3D hacen posible un análisis más exhaustivo que los datos sísmicos 2D.
Ver: adquisición, celda, crossline, in-line, migración, datos sísmicos bidimensionales